jueves, 25 de diciembre de 2008

Los niños dibujando....dibuja e imagina

por Mariana Codina

jueves, 18 de diciembre de 2008

Caballo Loco

Por las noches, antes de cenar pulpos, La Criatura le lee a su mascota cerda el cuento de Caballo Loco, donde unas pinzas de madera para tender la ropa se dedican a lazar a un caballo flaco.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Capítulo 5: Al Borde del Precipicio


La Criatura siempre supo que El Cerdo vivía dentro de ella. Durante las noches escuchaba ronquidos en su interior como los de su mascota, aquellos cuando no la dejaba dormir y la despertaba una y otra vez.

Una mañana cualquiera despertó con mucha hambre, triste, recordó que hacía pocos meses que se había devorado a su mascotita.

Solitaria, salió a dar u paseo a la selva.

Caminando por una vereda, a lo lejos, en lo alto de una palmera, una cosa rosa se movía de un lado a otro. Se acercó intrigada y la sonrisa en su rostro regresó. Había encontrado un globo, que más o menos era así:
Un cerdo, chimuelo, con una cabeza de piña, un cerdo tropical. ¿Quién lo dejó ahí y cómo llegó? Tal vez un perro soñador, alguna mariposa negra o algún simio en excursión.

La Criatura escaló la palmera, resbaló y casi cae al suelo. Escuchó voces de quien sabe donde que le pedían que tomara el globo del cerdo tropical.

Cuando llegó hasta la punta de la palmera, tomo el globo como paracaídas y bajó al suelo.

Decidió ir a dar un paseo junto a él.

La Criatura caminaba con su globo en la mano, feliz y tranquila por la vereda, la cual estaba rodeada de piedritas de río y unas flores llamadas Gerberas, que tenían los tallos en forma de gusano. De pronto, a lo lejos, observó un destello de luz y corrió rápidamente para saber qué era; encontrando que aquello que brillaba en el suelo y que era filoso, era un diente. La Criatura recordó que su mascota se había golpeado alguna vez contra una puerta, y justamente había perdido un diente.
Tal vez El Cerdo, había reencarnado y ahora había tomado la forma de un globo tropical.

De nuevo, la criatura volvió a escuchar voces, parecidas a las de loros que cantan y hablan. Era muy difícil escuchar con exactitud lo que decían. También se escuchaban chillidos como los de El Cerdo.

El viento comenzó a soplar muy fuerte y cielo se oscureció.

Mientras más cerca estaba la criatura las voces se escuchaban con más fuerza. La vereda terminaba en la punta de un risco, en un cañón vacío y árido donde el viento, es violento y destructivo.

Ante la confusión y la emoción, La Criatura corrió desesperadamente, y cada vez escuchaba más fuerte y cerca aquellas voces y chillidos extraños. Justo, al llegar a la punta del risco donde el camino terminaba, La Criatura sintió una sacudida terrible y soltó el globo de El Cerdo Tropical.
La Criatura miró hacia el cielo, ahora negro y vio como poco a poco, su tropipuerco se alejaba más, y más.
Se cayó de golpe al suelo empedrado y se soltó a llorar profundamente. Una vez más había perdido a su mascotita.

Era tan grande su dolor que comenzó a tomar vida propia, su corazón comenzó a latir en desmedida, muy parecido a una taquicardia. A La Criatura le empezó a faltar la respiración, sintió como si miles de hormigas caminaran sobre su cuerpo. De pronto, comenzó a descorazonarse totalmente, poco a poco fue perdiendo la sensación de vida en las partes de su cuerpo. Casi cerrando ya sus ojos, al borde del desmayo, lo único que alcanzaba a ver era como el diente que había encontrado, se iba partiendo también en miles de cachitos negros como la ceniza.
Ya, entre sus últimas sensaciones de parpadeo, alcanzó a observar que la sangre que salía de su corazón había caído al vacío árido y que tanta sangre se había transformado en un mar violento y caótico.

Los ojos de La Criatura se cerraron.

Cuando despertó, en su sillón de monstruo, se dio cuenta de que todo había sido un sueño. Sin embargo, no se explicaba cómo su habitación estaba inundada.
Fue entonces, que La Criatura seguía sabiendo, que entre la realidad y la ficción, El Cerdo de una u otra manera siempre regresaría a ella, aún en sus sueños.

La criatura se volvió a dormir.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Caballo Loco


sábado, 13 de diciembre de 2008

caballo loco


Ca

martes, 9 de diciembre de 2008

LAS MONTAÑAS SILENCIOSAS Y SOLITARIAS



A La Criatura le gusta jugar futbol con su mascota, sus colores favoritos son el rosa y el morado. Vive en un pequeño ático, en una casa que está en Las Montañas Silenciosas y Solitarias. Es un lugar muy frío, parecido a un congelador, muy rara vez es visitado, ni siquiera por los viajeros de Kabul. Hay quienes incluso creen que está embrujado.


Todas las noches, La Criatura le lee a su mascota El Cerdo sus cuentos favoritos, entre ellos, el de Caballo Loco. En su cuarto, existe una ventana donde todas las noches puede ver el cielo y las estrellas brillantes y por las mañanas ver los amaneceres de múltiples colores.


La Criatura duerme en el sillón monstruo de un ojo, ella mismo lo cosió y lo bordó. El monstruo es su amigo y a veces La Criatura sueña con él.

El Cerdo, duerme en su camita tropical de piña, juega con su bola de estambre, le gusta hacer redes y come pulpitos muy chiquitos, que son su comida favorita.

Viven en una casa de muñecas vieja y mágica llena de telarañas.


Próximamente.........Al borde del precipicio.....espérala

viernes, 5 de diciembre de 2008

Capítulo 4: La criatura y el espejo


“Toda magia está dentro de uno mismo, sólo tienes que darte cuenta de ello”


Esta vez la criatura se dio cuenta de lo sucedido y de lo que había hecho. Para pronto corrió rápidamente hacia el espejo y pudo notar que algo en ella había cambiado totalmente. Se observó poco a poco y notó que se había transformado en un ser más extraño, la imagen que veía en el espejo no era la misma que hacía unos pocos instantes. De manera que se mantuvo de frente al espejo, se miraba una y otra vez. De pronto, miró hacia abajo y vio que en sus pequeñas manos, cargaba los restos de tripa e intestino que le pertenecían a su cerdo. Aunque eso no era lo más sorprendente del asunto.Ella observaba un ojo marrón enorme, en el interior había un camino similar a un espiral o laberinto que la llevaba a su ombligo, “el centro del abismo” donde su cuerpo de mujer había quedado encerrado. Seguía conservando sus pestañas enormes, quizás lo único que al menos podía ver en el espejo mágico. Vestía un fondo de encaje y un sombrero que parecía un semáforo en rojo. Desconcertada y un tanto alterada no sólo por el crimen que había cometido, sino por la forma monstruosa que veía reflejada solamente en el espejo,un ser nuevo, extraño y verdadero.
Pocos minutos después, comenzó a sentir un cosquilleo en la sangre que recorría todo su cuerpo, después empezó a sentir paz y tranquilidad, ya para el final sintió como si alguien la estuviese cuidando en algún lado, protegida y amada. Esta vez la criatura sonrió como nunca lo había hecho y se dio cuenta que a partir de ese momento existía un lazo, no exactamente naranja, sino uno de esos que ni a través del espejo se pueden ver.
El espejo mágico era en el único ,en el que la criatura podía ver su verdadera identidad.


El cerdo ya era parte de ella y era inevitable que algo dentro de la criatura había cambiado para siempre.



jueves, 4 de diciembre de 2008

"Siempre regresa a ella su puerco, su cerdo, apesar de que siempre lo pierde por algún motivo"

miércoles, 3 de diciembre de 2008


lA CRIATURA Y EL CERDO

MATERIAL: TELA